24 mayo 2010

Colgando recuerdos

En un post anterior os hablé de mi joyero, y dejasteis algún comentario sobre el mismo sistema para colgar fotos. En efecto, yo también lo uso, es muy cómodo a la vez que decorativo.

Yo coloqué este “tendedero” en el pasillo de mi piso, o lo que es lo mismo, en la cocina. En él cuelgo fotos de viajes, de la familia, invitaciones, postal-free (soy una gran fan de estas postales publicitarias) y la receta que esté cocinando en ese momento.
 

Quise ponerlo a modo de decoración, así que en este caso me esmeré un poco más con los materiales. Compré cable de aluminio trenzado en Servicio Estación, de 1,5mm de ancho. Lo más complicado fue encontrar remaches, ya que no quedaban en Servicio Estación, y fuera de ahí parecía que hablase en chino. Suerte de mi madre que tiene de todo y me dejó cuatro remaches. Lo colgué en dos partes, cada una de 1 metro más o menos, para que no cayese demasiado por el centro. Para colgarlo utilicé clavos de arandela pequeños, pasé el cable y lo cerré con el remache.
 

Como es un “tendedero” lo habitual es utilizar pinzas para colgar las fotos, yo uso pinzas pequeñitas que me han regalado y también he comprado en papelerías, como Bossa Art. Pero también utilizo imanes, al ser de aluminio se sujeta bastante bien (si sólo es una foto). Yo uso unos imanes que parecen fichas de juego, las compré en la fantástica tienda del MoMA de Nueva York. ¿Os gusta mi colección?
 

19 mayo 2010

Genoveva de Barri

Un fin de semana nos fuimos mi marido y yo a la capital, a Madrid. Aprovechamos para ver un musical en la Gran Vía. Queríamos cenar en un lugar especial, romántico y por una recomendación de una amiga y después mirando por internet nos decidimos por el Restaurante Genoveva de Barri, cerca de la Ópera.

Este restaurante es perfecto para una cena romántica: un local acogedor, luz tenue y el personal muy cercano. Tiene un aire moderno, pero a la vez íntimo.

La carta, sin ser demasiado extensa, tiene variedad para escoger y es difícil hacerlo ante tan apetitosos platos, yo me dejé asesorar por la maître. Os recomiendo para empezar o para compartir las berenjenas fritas. Como segundo plato elegí un confit de pato al tandoori que estaba simplemente exquisito. Un postre muy acertado fue una tarta de hojaldre con fresas, aunque yo escogí el  pastel de chocolate con un helado de regaliz muy original. No tienen carta de vinos, pero no fue necesario porque el tinto de la casa (un Rioja) fue excepcional.


El precio rondó los 40-50 euros por persona, pidiendo primero, segundo, postre, agua y vino.

El único inconveniente es que se puede fumar, pero ya se sabe, Madrid no es Barcelona en este aspecto y todavía no ven las ventajas de disfrutar de una buena cena sin olor a tabaco.

Recomendamos reservar con antelación ya que dispone de pocas mesas.

Restaurante Genoveva de Barri
C/Espejo, 10
28013 Madrid
Telf. 91 547 80 14

03 mayo 2010

Laura no está


Laura se fue.

El 25 de abril se fue de excursión a la montaña, su querida montaña, y ya no volvió. Después de tantos viajes y aventuras lejanas se tuvo que ir en nuestras tierras, en el Cadí. Un alud la arroyó, y ya no pudo despertar.

Laura, la chica alegre que nunca decía que no a una nueva aventura. Fiestas, excursiones, viajes... no parar nunca y disfrutar de la vida, hasta el final. Y sobre todo, dar el máximo en todo lo que hacía: estudios, trabajo, fiestas, en la montaña, con los amigos.

Nunca estamos preparados para estas noticias. Tú vives tu vida, tranquilamente, como si fuese a durar eternamente, pero de repente, te enteras de que una compañera de la facultad ha muerto. Sí, ha muerto, con todas las letras y con todo lo que implica, y con todo lo que deja de implicar. Aunque he de reconocer que no teníamos contacto últimamente, pero ya no queda la posibilidad de llamarla, de quedar, de encontrarnos por la calle, de preguntar a alguien cómo le va a Laura, y eso te deja un vacío, y al pensar en ella notas un pinchacito en el corazón.

Laura, sempre recordarem el teu somriure i les teves ganes de viure.